
Los cambios sensoriales, físicos y psicológicos que se producen en la persona mayor, va a provocar la gran dependencia que tiene de sus familiares, cuidadores o instituciones.
La cuestión más importante es que la persona mayor no tiene más opción que confiar en los demás para satisfacer sus necesidades básicas, lo que le coloca en una posición de debilidad, sobre todo si hay malos tratos. Más del 5% de la población mayor de 65 años sufre algún tipo de maltrato en sus hogares.