Las pestes, las plagas y las epidemias antiguamente eran consideradas castigos divinos, pero con el advenimiento de los antibióticos la humanidad ha logrado superar los estigmas de la enfermedad. Sin embargo, aún hay padecimientos crónicos que siguen oprimiendo al ser humano.
Además de los problemas físicos, cada vez abundan más los problemas mentales como la ansiedad o la depresión, que en definitiva no son más que la falta de seguridad y sentido de la vida. ¿Sabes dónde encontramos las respuestas a estas carencias de la mente o del alma?