El pulso se acelera, la tensión se eleva, aumenta la capacidad muscular, las mejillas se irritan, hay mareos, taquicardia… aunque parezca una enfermedad, son sólo los síntomas de estar enamorado. Vivir en el enamoramiento es vivir en otro mundo, y hoy nos asomamos a ese mundo en Ventana Abierta.
El pensamiento se convierte en obsesivo y el comportamiento es compulsivo e impulsivo. Los defectos se esfuman durante este periodo de tiempo, e idealizamos a la otra persona hasta límites insospechados. Muchas veces nos creemos lo que imaginamos, y aunque podamos llegar a acertar en algo, lo cierto es que pocas veces nos acercamos a la realidad.