Este título alude a una comedia de Hitchcock, en la que se refleja la crisis de un matrimonio en crisis, que al verse a punto de disolverse, recupera su amor inicial.
Ese cambio de actitud ante la inminente pérdida es precisamente una de las advertencias que encontramos en La Biblia, para evitar el divorcio, uno de los terribles males que aquejan a la sociedad moderna.
Aunque en algunos casos la ley de Dios permite el divorcio, Jesucristo advierte que el verdadero amor no admite separaciones.
En esta edición hablamos de aquellas decisiones necesarias para lograr un buen matrimonio y consejos para evitar la cruel ruptura.